Ruta por el Camino que hacía Fray Leopoldo desde la Estación de Jimera de Libar a Alpandeire

- Esta ruta tiene un recorrido de 12,6 Km por carriles de asfalto, carriles de tierra y senderos
- Recorrido lineal
- Dificultad media
- Desnivel de ascenso de 924 m
- Desnivel de descenso de 630 m
Esta ruta discurre a través de los valles del Guadiaro y del Genal. Se llama «Ruta de Fray Leopoldo» porque es el camino que hacía Fray Leopoldo desde la Estación de Jimera de Libar a su pueblo Alpandeire.
Llegaba en tren desde Granada donde residía en el convento capuchino. Se bajaba allí y subía a pie hasta Jimera de Libar, continuaba andando hasta Atajate que a través del Audalázar llegaba a Alpandeire.
En esta ruta se puede observar paisajes espectaculares con una gran variedad de árboles dependiendo de la zona en la que nos encontremos.

Primer tramo: Estación de Jimera de Libar hacia Jimera de Libar
Esta estación fue construida por una compañía inglesa a finales del S.XIX para unir Bobadilla con Algeciras.
De camino hacia Jimera de Libar nos encontramos con almendros, olivos, orquídeas silvestres y rosas silvestres. También podemos ver las Sierras de Libar pertenecientes al Parque Natural de la Sierra de Grazalema.



Jimera de Libar se compone del barrio de La Estación situado a orillas del río Guadiaro y el pueblo en la ladera del monte.

Jimera de Libar se encuentra en el Valle del Guadiaro perteneciente a la Comarca de la Serranía de Ronda y al Parque Natural Sierra de Grazalema. Destaca el pico Martín Gil de casi 1400 m de altitud.
El nombre árabe de Jimera de Libar es Inz-Almaraz o «castillo de la mujer» que se cambió por Ximera tras la conquista cristiana y en 1684 el rey Carlos II creó el condado de Jimera de Libar. El nombre de Libar se le dio por encontrarse junto a la Sierra de Libar. Sus casas son herencia de estilo mudéjar.
Siguiendo la ruta nos encontramos con La Fuente y los Lavaderos públicos. En esta fuente se encuentra grabado en una piedra uno de los primeros testimonios escritos del origen del nombre de Jimera de Libar. La fuente data del año 1789 y proporcionaba agua para beber, cocinar y para que bebieran las bestias; el agua sobrante era para lavar la ropa.

Qué comer
En Jimera de Libar hay una gran variedad de platos típicos como: «Malcocinao», sopas de vinagre, tortillas de tagarninas o espárragos trigueros, migas, chacinas, cocidos, gachas de melojas, huevos «nevaos»; bebidas como mistela y zarzaparrilla; repostería como magdalenas, roscones, rosco de vino, suspiros, tortas de aceite, tortas de chicharrones.
Qué visitar
- Ermita de la Virgen de la Salud
- Iglesia del Rosario
- Molino la Flor
- Finca El Tesoro
- La Fuente y los Lavaderos
Sabías que…
En Jimera de Libar hay una calle que se llama «Mártires de Igueriben» porque por allí pasó el ejército español formado por trabajadores y mal equipados para luchar contra las cabilas rifeñas bajo el mando de Abd el-Krim. Un plan del general Fernández Silvestre para asegurarse el control del protectorado en Marruecos. Fue una masacre, murieron muchos hombres. No tenían víveres ni agua y aún así siguieron luchando sin rendirse.
Segundo tramo: de Jimera de Libar a Atajate
Este tamo sigue el camino que comunicaba los Valles del Guadiaro y Genal. Al salir de Jimera de Libar nos encontramos con un terreno de piedra caliza donde se pueden encontrar almendros y vegetación mediterránea como tomillo, romero, lavanda, mastranto…

Por el camino también nos podemos encontrar con especies como la clavellina silvestre.

Siguiendo el sendero hacia Atajate nos encontramos con «La encina de Fray Leopoldo» llamada así porque de camino a su pueblo natal Alpandeire, Fray Leopoldo se sentaba bajo esta encina a descansar y disfrutaba del silencio y la paz, observando los Valles del Guadiaro y el Genal.

Después del descanso en la encina conmemorando al camino que hacía Fray Leopoldo hacia su pueblo natal, continuamos hasta Atajate.
Atajate se encuentra entre los Valles del Guadiaro y el Genal, pertenece a la zona de los pueblos blancos de la Serranía de ronda y consta del menor número de habitantes de la provincia malagueña.
El origen del pueblo es árabe y tiene su primer asentamiento en el Cerro del Cuervo. Contaba con un castillo y fortificaciones en tiempos de los árabes. Jugó un papel importante en la lucha entre moros y cristianos por su posición estratégica. Durante la Guerra de la Independencia el pueblo fue destruido por las tropas de Napoleón y se convirtió en un refugio para los bandoleros.

Atajate está rodeada de olivares, viñedos y campos de cereal. En este pueblo la producción de «Mosto» es importante, creándose «El Museo del Mosto», un museo al aire libre por las calles del pueblo donde se pueden encontrar varias piezas relacionadas con el mosto.

Atajate está formado por un casco urbano de gran belleza. Sus casas son típicas de Atajate: de piedras, ladrillos y cal; y sus tejados se componen de tejas árabes. Sus calles llegan a la Iglesia de San José o a la Plaza de la Constitución, ésta se encuentra en el centro del pueblo y en ella hay una cruz de piedra caliza de la sierra de Atajate que es testigo del paso de los años en el pueblo.


Qué comer
En primavera son típicos los guisos con tagarninas, hinojos, collejas o espárragos. También son típicas las migas, el gazpacho caliente, las tortillas de bacalao, la cazuela de patatas y las gachas.
En repostería destacan los mantecados, magdalena, el queso de almendra, los «suspiros», borrachuelos, rosquillos, mostachones y «enreaillos».
Como bebida destaca el Mosto típico en Atajate, La Fiesta del Mosto de Atajate se realiza una fiesta el último sábado de noviembre.
Qué visitar
- Cruz de piedra
- Fuente barrio alto
- Iglesia de San José
- Lavaderos públicos
- Paneles cerámicos
- Fachada típica
- Los Tajos
- Paseo por el Valle del Genal
Sabías que…
Los bandoleros eran bandidos y salteadores que acostumbraban a ir a los pueblos y cortijos para saquearlos. En 1817 las autoridades de Atajate ordenaron capturarlos y acabar con ellos, formando una partida de voluntarios llamados «Los Niños de Écija» para hacer frente a los bandidos.
Tercer tramo: de Atajate a Alpandeire
El último tramo de la Ruta de Fray Leopoldo podemos observar que el terreno es de piedra pizarra y llegando al pueblo de Alpandeire empieza a verse otra vez terreno rocoso. La vegetación que predomina son los pinsapos, encinas y quejigos.

También nos podemos encontrar plantas olorosas típicas de la vegetación mediterránea. La menta poleo o la dedalera o digitalina (cura la arritmia) son algunas de las plantas que podemos ver por esta ruta. La dedalera tiene unas vellosidades dentro de la flor para que los insectos se sujeten y no caigan debido a la forma que tiene.


Acercándonos al pueblo de Alpandeire podemos ver restos de ladrillos por el camino pertenecientes a una cantera que había allí y donde se fabricaba el «ladrillo cochino» que sirvió para la construcción de la iglesia del pueblo.
Siguiendo el sendero nos encontramos con «La Casa de la Loma», que como su propio nombre indica es una casa que hay en una loma, rodeada de encinas y alcornoques. También podemos ver «La Charca de la Loma» donde se pueden observar numerosas especies de anfibios.

Cuando nos vamos acercando al pueblo de Alpandeire podemos observar que el terreno empieza a ser otra vez rocoso y de aspecto sobrio. Viendo este paisaje podemos llegar a conocer mejor la persona que era Fray Leopoldo.
Fray Leopoldo
El 24 de junio de 1864 nació Francisco Tomás de San Juan Bautista Márquez Sánchez, su padre Diego Márquez Ayala y su madre Jerónima Sánchez Jimenez. Familia de campesinos, tenía tres hermanos: Diego, Juan Miguel (que murió en la guerra de Cuba) y María Teresa.
Trabajó en el campo con su familia durante los primeros 35 años. Daba sus zapatos a quien los necesitaba o entregaba el dinero ganado en la vendimia o en la siega a los pobres que encontraba por el camino de regreso a su pueblo.
En la celebración de la beatificación del capuchino Diego José de Cádiz que tuvo lugar en la Ciudad del Tajo en 1894, fue entonces cuando decidió hacerse capuchino. Estuvo 12 años intentando entrar en la orden hasta que lo admitieron.
Ingresó en el convento de Sevilla, recibió el nombre de Fray Leopoldo de Alpandeire (el cual no le gustaba), y siguió trabajando la tierra, cultivando el huerto del convento. También estuvo en los conventos de Granada y Antequera. En 1903 llegó al convento de Granada en el que estuvo trabajando como hortelano y en 1914 se quedó definitivamente.
Hortelano, sacristán y limosnero. Fray Leopoldo era franciscano, quería dedicar su vida en la orden a la oración, siendo desapercibido, pero no llegó a conseguirlo nunca porque siempre lo ponían en el huerto por su trayectoria de campesino y porque al ser limosnero vivió en contacto con el pueblo.
Se hizo popular en la ciudad, todos lo reconocían. Recorrió las calles de Granada ayudando a los necesitados y ellos a cambio le daban un trozo de pan.
A los 89 años se cayó por unas escaleras y no salió más a la calle. Se fue consumiendo poco a poco hasta que en 1956 a los 92 años murió. Fue beatificado por Decreto de Benedicto XVI el 12 de septiembre de 2010.

Alpandeire
El nombre del pueblo es Pandeire, al ser su origen árabe su nombre sería Al Pandeire. De ahí Alpandeire.

Alpandeire fue fundada en 711 con la llegada de los árabes. Con la reconquista sufrió la expulsión de sus moriscos, siendo necesaria su repoblación con cristianos en el reinado de Felipe III . En la Guerra de la Independencia destacó por su lucha contra los inversores franceses.
Alpandeire está situado en el Valle del Genal y a los pies de la Sierra de Jarastepar. Es un pequeño pueblo de 270 habitantes de casas blancas de origen árabe y de piedra enjabelgada. Conocido por ser el pueblo donde vivió Fray Leopoldo hasta los 35 años.

Cuando Fray Leopoldo venía a su pueblo visitaba a los enfermos, reunía a los niños y niñas para hablarles del evangelio y llevarlos al campo. Dio ejemplo por su sencillez, humildad y entrega. Se ganó el respeto y cariño de todos.
La Casa de Fray Leopoldo, es donde nació y vivió Fray Leopoldo hasta que entró en la orden de los capuchinos. Ahora se conserva como museo.

En Alpandeire podemos encontrarnos en algunas casas una cruz grabada en la fachada, se llama «El Mural de la Cruz». Se trata de un grabado que se hacían en las paredes de las viviendas como costumbre para protegerlas de maldiciones o enfermedades.

En Apandeire destacan sus casas típicas de la Alpujarra. El techo esta hecho de madera de castaño.

También podemos encontrarnos en el pueblo con La Iglesia de San Antonio de Padua que fue construida en el S.XVI , fue quemada en la Guerra Civil y rompieron todas las imágenes menos una. Fue reconstruida en el S.XVIII. De grandes dimensiones, se le conoce como la Catedral de la Serranía. En su interior se encuentra la pila bautismal donde fue bautizado Fray Leopoldo.



En el mismo pueblo de Alpandeire se encuentra un pozo natural de gran profundidad y diámetro que se llama Pozancón, del que sale una gran cantidad de agua en época de lluvia. A este fenómeno se lo conoce como «reventar» por los habitantes del pueblo. El caudal que sale del pozancón proviene de la Sierra de Jarastepar.
Bajo el pueblo se debe encontrar un río subterráneo con un sifón al lago, cuando sube el nivel del agua del río, llega con mucha presión al lago superior y esto hace que reviente el Pozancón como si fuera un volcán de agua. Cerca del Pozancón, a un kilómetro más o menos, se encuentra un salto de agua de varios metros de altura debido al Pozancón y a las Alfaguaras llamado «El Chorreón».

Qué comer
Destacan una serie de platos típicos como los guisos de hiervas silvestres, el gazpacho frío o caliente, el cordero en salsa de tomate y flores con miel, los potajes y los guisos de conejo.
La tradición morisca la encontramos en sus dulces hechos con harina, aceite y especias como los pestiños, los borrachuelos, los suspiros y el rosquillón.
Qué visitar
- La Iglesia de San Antonio de Padua o Catedral de la Serranía
- La Casa de Fray Leopoldo
- El Mural de la Cruz
- Mirador Fray Leopoldo
Sabías que…
En el pueblo había una mujer a la que llamaban «Tía Agustina». Siempre le daba algo a las personas que llevaban ladrillos de la cantera. Estos ladrillos se utilizaban para la construcción de la Iglesia. Por eso hay un dicho en el pueblo que dice «tienes más fondo que el cajón de tía Agustina».
Información útil para visitantes
Casa Natal Fray Leopoldo
Dirección: Calle Dr. Duarte, 23, 29460 Alpandeire, Málaga
Teléfono: 638 32 78 37
Ayuntamiento de Alpandeire
Dirección: Calle Pilar, 19,
29460 Alpandeire (Málaga)
Correo: ayuntamiento@alpandeire.es
Teléfonos: 952 180 254 Fax: 952 180 309
Ayuntamiento de Atajate
Dirección: Plaza de la Constitución, 3,
29494 Atajate (Málaga)
correo: ayuntamiento@atajate.es
Teléfono: 952 183 504 Fax:952 185 016
Ayuntamiento de Jimera de Líbar
Dirección: Calle Fontana, 10
29392 Jimera de Líbar (Málaga)
Correo: ayuntamiento@jimeradelibar.es
Teléfono: 952 180 004 Fax: 952 180 107
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